CAPITULO II: "La política y la fundación"

a). La Mujer y su obligación

Ya en su primer discurso oficial Evita se refirió a la mujer con estas palabras: "... La mujer del Presidente de la República, que os habla, no es más que una argentina más, la compañera Evita, que está luchando por la reivindicación de millones de mujeres injustamente pospuestas en aquello de mayor valor en toda conciencia: la voluntad de elegir, la voluntad de vigilar, desde el sagrado recinto del hogar, la marcha maravillosa de su propio país. Esta debe ser nuestra meta..."; este discurso expresaba las ganas de Evita por conseguir derechos para la mujer tan sumida al hombre por esa época. Eva se propuso como meta personal lograr la participación masiva de la mujer en la política, recordemos que no fue la única aunque anteriores solo se habían podido limitar a pequeños sectores y con no muy buenos resultados, y desde entonces se la podía ver asiduamente en el Congreso dialogando y persuadiendo a los legisladores sobre los derechos civiles de la mujer hasta que el 9 de septiembre de 1947 el Congreso aprueba la ley 13.010 que permitía a las mujeres incursionar en cargos políticos y fundamentalmente a votar. Pero no todas las mujeres veían esto como un logro la escritora Victoria Ocampo y una Federación de Mujeres Argentinas claman desde la revista Sur que la nueva ley es "una maniobra política".

 No obstante, los logros se fueron sucediendo y le siguió el censo de mujeres peronistas en todo el país con el fin de organizar ella misma la primera Asamblea Nacional de Movimiento Peronista Femenino que se celebro el 26 de julio de 1949 en el Teatro Cervantes desde donde proclama sus próximos logros social y la creación del Movimiento Peronista Femenino que se presentaría en las Unidades Básicas, donde no solo se impartiría capacitación política: había clases de alfabetización, de corte y confección, danzas regionales, arte culinario, asistencia médica, jurídica y de enfermería; que luego se convertiría en el Partido Peronista Femenino. No podemos decir que Evita era feminista, solo en parte lo era puesto que en sus escritos de La razón de mi vida, escribe: "... La razón es muy simple: el hombre puede vivir exclusivamente para sí mismo. La mujer, no. Si una mujer vive para sí misma, yo creo que no es una mujer o no puede decirse que viva...", esto demuestra una Eva que creía en la familia y guardaba cierto aspecto machista de la sociedad de entonces.

b). El descubrimiento de Europa y la investigación

Como describe en su libro La razón de mi vida: "... Yo todavía no me había lanzado sino tímidamente a construir. Quería aprender de la experiencia de las viejas naciones de la tierra. Las obras sociales de Europa son, en su inmensa mayoría, frías y pobres. Muchas obras han sido construidas con criterios de ricos...", el viaje a Europa fue en gran parte para observar las obras sociales que luego de la postguerra deberían abundar, las concusiones de ese viaje pueden ser entre otras la Fundación Eva Perón. El viaje se concreto el 6 de junio de 1947 y duró hasta el 23 de agosto y en dos aviones especialmente equipados, rodeada de una amplia comitiva, emprendió viaje al Viejo Mundo. El itinerario consistió en las siguientes escalas: España (18 días), Italia (20 días), Portugal (3 días), Francia (12 días), Suiza (6 días), Brasil (3 días) y Uruguay (2 días).

 Su primera escala fue en España, donde congrego a miles de personas en la plaza mayor de Barcelona junto al generalísimo Franco, se comenta que Evita le dijo: ...¿Quiere un consejo? Cuando necesite reunir una multitud como ésta, mándeme a llamar."

La siguiente escala en su viaje fue en Italia, donde transcurrió más tiempo, aquí tuvo una audiencia con el Papa, un almuerzo con el ministro de Relaciones Exteriores, una recepción en el Grand Hotel y una deslumbrante función de Aída bajo las estrellas en las Termas de Caracalla y visito el Museo Borghese, en Roma, visito las guarderías italianas y puso liras en las manos de los pobres. Pero un hecho triste ocurrió cuando el auto que la transportaba atropello a una mujer que en su desesperación de ver a Eva paso delante del vehículo esta mujer luego en el hospital se entrevisto con Eva y pidió que si su hijo pudiera ser llevado a la Argentina, Evita prometio cuidar de su tutela y de enviarlo, pocos días después el joven estaba en la Argentina. Su próxima escala seria en Portugal que como en España fue recibida muy alegremente.

Ya en Francia un hecho desgraciado arruino su estadía en ese país pues una familia argentina perteneciente a la oligarquía, los Bemberg, le ofrecieron una imagen de la primera dama a la revista France Dimanche en donde haciendo una propaganda de Jabón aparecía con una pierna al descubierto (todo una provocación para la época) difundiéndola por toda Francia.

 Las próximas escalas no serian de mucha importancia pero estando en Suiza la comitiva prepara una gira por Gran Bretaña, pero Eva al enterarse que los reyes no estaría para su bienvenida, planta a todo el pueblo ingles quien se preparaba con bombos y platillos para recibir a aquella primera dama que causaba furor por su manera de vestir, de ser y de convocar gente.

 Estando en Suiza Eva en un discurso hace promoción a las buenas finanzas y al gran tesoro de Argentina (recordemos que Argentina era el 3ro de importancia económica mundial) para hacer una especie de jaque mate al flamante plan Marshall.

c). La Acción Social

 Digamos que sus bases en cuanto a la ayuda social tuvo como cuartel central la fundación "Eva Perón", la cual tuvo una historia muy peculiar. La Fundación fue algo que a Evita se le presento de regreso de un viaje a Santa Fe y hasta, se podría decir, que fue una revancha señoras de los "oligarcas" (así denominaba a los estancieros y la alta sociedad) que la habían rechazado por ser joven y no muy instruida en los protocolos para constituir esa sociedad. La suma del primer capital fueron 10.000 pesos correspondientes a un sueldo del presidente Perón que Evita pudo sacarle acudiendo a sus encantos naturales. Las primeras contribuciones llegaron de distintas partes del país como azúcar de los ingenios tucumanos, telas y ropas de los sindicatos de textiles, etc. los cuales eran fraccionados por el personal de la Residencia Presidencial, a escondidas de Perón (cuando este dormía), junto a Evita fraccionaba en un antiguo garaje. La fundación tomo personería jurídica el 8 de julio de 1948 por el decreto presidencial 20.564 bajo el nombre de "Fundación María Eva Duarte de Perón" con el capital de 10.000 pesos que en 1955 ya había crecido a 2900000. La mayor parte de los fondos provenían de la donación que efectuaban los obreros de dos jornales los días 1° de mayo y 17 de octubre.

 Eva recibía todos los días a los humildes en un gran despacho de la vieja secretaria de trabajo, que funcionaba como sede de su Fundación; muchas personas han vividos situaciones allí que realmente demuestran cuan grande fue Evita. En el recinto muchas veces la gente se descomponía de tanto esperar y hasta mujeres embarazadas han tenido hijos allí mismo por eso la Fundación disponía de un medico y una enfermera permanentemente por cualquier hecho que se sucediera , el Doctor Arturo Jauretche recuerda que en esas mismas oficinas vio asorado a un custodio de Eva cargado en brazos biberones para los bebes que se hallaban en la sala de espera; o cuando una mujer llega en una situación bastante difícil y Evita le entrega un pendiente para vender y así apalear la difícil situación pero si darse cuenta continua hasta el fin de la jornada atendido pedidos con un solo pendiente.

 Existen interminables historias que han pasado por el despacho de la antigua Secretaria de Trabajo mientras Eva atendía a sus "grasitas" como solía denominar a los niños y gente de pocos recursos. La organización para atender los pedidos se llevaba a cabo por un equipo de asistentes sociales que se ocupaban de verificar la urgencia y necesidad de los pedidos, que nunca sobrepasaban los diez días, encontrándose uno de ellos en la oficina con Eva tomando apunte de situaciones que se presentaban día a día; la ex-diputada Celina de Martinez Payva nos cuenta que una de las preguntas más frecuentes de Eva era la cantidad de camas, sabanas y frazadas que poseía la gente y si les faltaba algún juego se lo entregaba con toda satisfacción. Su generosidad no tenia limites recuerda una de sus secretarias que una anciana había asistido a verla dos veces en un mes y que no la dejo ingresar a ver a Eva por miedo de que se estuvieran aprovechando de su bondad, antes los insistentes pedidos de la señora Evita se asoma a la sala de espera y la hace ingresar a su despacho luego de unos quince minutos la anciana sale con una maquina de coser, ante la sorpresa de la empleada le pregunta por que se la había dado y Eva responde "...Mira... a estas pobres, durante siglos les han negado todo... todo ¿entendes? Y ahora, vos te haces problema porque agarra dos veces de una misma cosa; al fin y al cabo sólo lleva un instrumento de trabajo...", pocos días después las asistentes sociales comprueban que la anciana y su hija pedaleaban día y noche ante las maquinas. Situaciones extrañas se presentaban a menudo en esas oficinas, muchas veces Eva sacaba a la persona con la cual se estaba entrevistando y ante la presencia de ministros, secretarios o alto funcionarios del gobierno decía en voz alta y con un cierto grado de humor: "... Miren: en este momento yo no tengo dinero, pero aquí hay señores que si lo tienen", dirigiéndose a los funcionarios: "...Ahí tienen una bandeja. El pueblo necesita lo que ustedes tienen. El Gobierno a ustedes les esta pagando, así que dejen allí lo que puedan..." Sus actos muchas veces se regían por propia experiencia personal y de ninguna manera fue una resentida pues le otorgó un cargo importante a José Franco en la Fundación quien alguna vez la había obligado a acostarse con el para poder seguir trabajando.

 Llegado 1949 el país debe pasar por dos contiendas electorales la de Renovación de la Carta Magna y la elección de 83 bancas en la Cámara de Diputados de la Nación, por eso Evita decide salir de gira política por el país y de pasó llevar a la Fundación hasta lugares alejados. Se movilizo en un tren que constaba de 2 locomotoras y los últimos vagones eran el coche presidencial y en ese mismo coche había un balcón donde Eva arrojaba las cosas de la Fundación. Durante los viajes en ese tren que recorrió el país de punta a punta las anécdotas se sucedían frecuentemente. Hubo una vez en Tucumán, una anciana se acerco al tren para regalarle un pollo asado; ante tal sorpresa una de las colaboradoras se acerco a Eva y le pregunto si comería el pollo, ante tal situación Evita le dijo: "...¿No tenés vergüenza? Una abuela, una anciana mujer de pueblo me trae con todo amor y respeto este pollo que quien sabe que le ha costado, ¿y vos me venís a decir que lo tire? ¡ Esta noche comeremos este pollo y es la última vez que venís conmigo en un viaje!..."; otra vez unos niños en Resistencia se abalanzaron sobre el tren y lo vaciaron en cuestión de minutos, esto obligo a los pasajeros a escapar pero Eva se quedo arriba riendo y besando a los niños. Pero la más graciosa anécdota fue cuando llego a Tucumán y la esperaba un comité de señoras de "oligarcas" con una excepcional mesa de comidas al ver tales manjares Eva no podía dejar la ocasión para humillar a las "oligarcas" y propuso hacer pasar a los niños que se hallaban en la plaza recibiéndola así se hizo, los niños terminaron con el banquete en segundos. Terminada la campaña electoral los viajes no cesaron sino que prosiguieron hasta 1951 cuando ya Eva no podía continuar con su ritmo.

 El 28 de agosto de 1948, Eva proclama "Los derechos y el decálogo de la ancianidad" que como era su costumbre lo respalda con hechos y en el mismo acto otorga pensiones graciables a una legión de desamparados. Estos derechos son respaldados por Perón e incluidos en la reforma de la Constitución Nacional, tuvieron tanta trascendencia que las Naciones Unidas otorgaron un reconocimiento por tal sabia decisión.

 El amor expresado a los niños por Evita eran tan grande, que una frase que le dirigió a un arquitecto de la ciudad de niños "Amanda Allen" resume todo su amor y pasión por ellos: "... Para los chicos nada es demasiado, señor..."; será por que nunca los tuvo que mientras presidía la Fundación aposto fuertemente en educación y diversión. Un ejemplo es la antes citada ciudad de niños "Amanda Allen" -un maravilloso mundo en miniatura - que se ubicaba en la Capital entre las calles Echeverría, Húsares, Juramento del barrio de Belgrano y se ignaguro el 14 de julio de 1949 y donde los niños de todo el país podían disfrutar de una ciudad en miniatura que disponía de verdulerías, departamentos, bancos y hasta una estación de YPF donde aprendían a manipular un surtidor de combustible; como Evita pensaba en todo y en todos construyo a dos cuadras de allí un comedor y un asilo donde podían dormir y comer cerca de 110 que venían del interior.

 Su jornada de trabajo no se podia establecer en un horario extricto, pero eso si Eva comenzaba su día a las 7 de la mañana y terminara cuando Dios quisiera, recuerda el gremialista Ángel Peralta: "... al salir muy tarde de su despacho, nos tomábamos un taxi porque el coche de la presidencia ya no estaba. Llégabamos con Evita a la residencia A veces eran las cinco. Perón, como buen militar, ya estaba levantado. Para que no la retara por trabajar tanto, nos escondíamos todos tras un cortinado hasta que Perón se iba. Después mientras desayunábamos, seguíamos tratando problemas sindicales. Luego Evita se retiraba a descansar, pero no dormia más de dos o tres horas", pero Perón no desconocia estas trampas y un día charlando le dice: "...Eva, descanza y piensa que también eres mi mujer..." y Eva le responde "... Es justamente así que me doy verdadera cuenta de que soy tu mujer...", esto nos demuestra cuanto amaba sus obligaciones y por sobre todo ayudar.

 Aunque la enfermedad que habría de devorarla no estaba aún expresamente declarada, Eva Perón se muestra, ya a principios de los 50, proclive a la fatiga, frecuentemente sus tobillos se hinchan, frecuentemente también, contra su voluntad, su cuerpo vulnerable debe mantenerse en reposo. En esos primeros tiempos, se habla de estados gripales y anemias que le acaecian a Evita.